
Los derechos para las personas homosexuales son una batalla que a veces no pareciera tener fin, partiendo desde lo hogares colombianos donde lo propios padres inculcan en sus hijos, no valores si no creencias que tal vez no son tan buenas como realmente ellos piensan, donde sus ideologías de cómo debe ser las relaciones y cómo deben de pensar sobre todo esto, se convierten en unas reglas para toda la vida, que a veces no pueden romperse.
La discriminación se ha convertido en la injusticia del pasado haciendo efecto en el presente, con un poder para los grandes políticos pues no importa si están de acuerdo o no con esto.
Para las personas afectadas en este caso los homosexuales, por estos rechazos e injusticias, al no valer sus derechos como las personas heterosexuales, cuando tienen pareja y comparten juntos una vida, en caso de que alguno muera quedarse la otra persona sin los bienes que le corresponde por derecho, es deprimente y triste pues en ellos también hay amor y sueños.
No parece racional tener que luchar hasta donde ya no se puede, por algo tan lógico que en medio de su simpleza se pierde en lo complicado e ingenuo que puede llegar a ser una cultura o lo que es peor un país, sus lideres se convierten en una voz que no debe ser escuchada, porque este es un asunto que va más halla de “estar o no estar de acuerdo”.
Los medios de comunicación en Colombia parecen estar del lado cerrado y lleno de parámetros, porque se manipula la televisión, de tal manera que ni un simple beso entre dos hombres puede ser mostrado al publico, ni siquiera en un capitulo de dibujos animados como los Simpson cuando viajan a Inglaterra y dos hombres en la calle se besan, ese pedazo fue editado para no mostrarlo, creyendo así que no dan un “mal ejemplo”, con todos estos actos lo único que se lograr mostrar es lo alejados que estamos de la actualidad, porque no se trata de que es algo que se mejora con el tiempo, es simplemente algo que debe ser inculcado desde el hogar, permitir a nuestros seres queridos que no importa que pase en sus vidas o que aprendan siempre sean ellos con el fin de no hacer daño al prójimo, así se demuestra un gran tolerancia, porque yo nunca voy a juzgar lo que tu quieras hacer mientras seas feliz.
No importa cuantos pocos sean los tolerantes con cualquier estilo de vida ya que muchas veces no es solo tolerancia si no respeto, basta ya con la discriminación, las nuevas generaciones están rompiendo con esto, pero todavía quedan esquirlas que tenemos que quitarnos, para tener un país más libre de pensamiento, que cuando alguien sea diferente no sea juzgado si no tal vez esa persona nos lleve algo de ventaja porque antes de entender lo que le muestran esta tratando de entender lo que no le muestran.


